Patricio Villena

Que las cimitarras vuelvan a rodar

Patricio Villena

300px-SiegeOfAcre1291

Sigue la crisis “terrorista” en Europa, por más que las cosas estén ahora un tanto más calmadas –o eso nos hace creer la prensa. Sigue la fiesta para todos aquellos que desean ver la sangre del Viejo Mundo correr por sus irreconocibles calles. Sigue la algarabía para todos aquellos “modernos europeos” que desean ver desangrar su tierra y a su gente para así librar al mundo de la tan deleznable y pesada carga que sus ancestros le dejaron a cuestas tras cometer las peores salvajadas de la historia (como si la historia de los otros pueblos se hubiera escrito entre flores y abrazos, tolerancia y amistad). (más…)

La libertad pesa menos que la sangre

Patricio Villena

Hoy la libertad, como valor intrínseco y meta a alcanzar por la humanidad,  se ha transformado en la moneda de cambio con la que muchos deciden desarrollar su camino por este mundo tenebroso. Y no es de extrañar esto en una sociedad donde aquellos más perspicaces, aquellos que logran ver más allá de sus narices, se han dado cuenta de que por más que el Sistema blanda la espada de la libertad en sus diferentes discursos y acciones, lo que en realidad hace con su otra mano es retener con mayor fuerza la cadena atada a nuestros pescuezos.

(más…)

Caelum non animun mutant qui trans mare currunt

Patricio Villena

Si bien el problema de la inmigración viene aquejando fuertemente a Europa desde ya hace algunas décadas, es, sin lugar a dudas, durante las últimas semanas que se ha vivido el punto más álgido de una problemática que pareciese no tener fin, o no por lo menos mientras el actual régimen económico-político (porque es la economía lo que mueve en la actualidad a la política y no al revés) siga prosperando a pesar de su profunda crisis, la que amenaza más con provocar en –el mediano plazo– un colapso del mismo antes que un derrocamiento por sublevación popular.

(más…)

La militancia y el compromiso

Patricio Villena

Al estar disgregados a lo largo y ancho de todo el territorio americano, imbuidos en un Sistema que durante siglos ha negado nuestra existencia como grupo humano, suponiendo el mestizaje generalizado de la población europoide en estos lindes (con mestizaje me refiero a la destrucción de las características bio-psico-culturales particulares que identifican a cada una de las comunidades tras las personas participantes en la cruza, creando un ser nuevo que no es ni lo uno ni lo otro), reconociendo la existencia de toda comunidad racial salvo la eurodescendiente, es imperioso que todo aquel que ha asumido su herencia criolla lleve adelante una lucha constante y diaria por su comunidad. (más…)

De la militancia pancriollista

Patricio Villena

Cuando se habla de la militancia o del “ser militante”, se suele entender por ella a las personas que defienden cierta ideología. A consecuencia de la propia definición del término “militante”, señalada con anterioridad, referente a la defensa de cierta idea, surge, necesariamente, la obligación para el militante de forjarse en su idea,  trabajar por su idea, luchar por su idea, y estar dispuesto a realizar ciertos sacrificios por ella; inclusive aquellos más gravosos, como  puede ser entregar la vida o la libertad, cuando el contexto y las necesidades del mismo así lo ameriten. (más…)

La aristocracia: base de la comunidad tribal

La historia del hombre lleva siglos de desarrollo bajo el control de la plutocracia. Control, que a todas luces, ha demostrado ser nefasto y carente de un verdadero deseo de servir al desarrollo de la comunidad en la cual lleva sus riendas.

La plutocracia ha demostrado que no existe dialogo posible entre su querer y el desarrollo en armonía con la naturaleza y la tradición en su sentido más profundo, como ese saber popular que generalmente vive atado al desarrollo de los estratos sociales más bajos, pero principalmente arraigados a la gente que vive y trabaja la tierra, desvinculados en gran medida de los vicios que encuentran nicho en los grandes conos urbanos.

Es que el dinero y el poder, sin lugar a dudas, son la principal causal de la pérdida del sentido del deber y del servir de quien tiene la responsabilidad de encausar el futuro de los suyos. Ya lo vemos en aquellos idealistas jóvenes políticos que, una vez sentados en el parlamento y con los bolsillos llenos de dinero y con una significativa cuota de poder, olvidan las causas que lo motivaron a interesarse por la vía político activista, olvidan a todos aquellos que lo llevaron a ocupar dicho sitial…

Lo anterior, nos lleva necesariamente a buscar una alternativa a ésta incomoda realidad en la que vivimos y de la que nos queremos distanciar.

Destruir el poder total del sistema es una tarea que tomará décadas y que, lo más probable, será producto de una inminente implosión más que por nuestro actuar, que tan solo puede llegar a ser el cerillo que prenda la mecha de la ya instalada bomba, pero es ahora que necesitamos vivir y salir de todo esto. Es aquí donde la idea comunitaria toma fuerza y cala profundo en los deseos de los distintos grupos, con diferentes motivaciones, que buscan una válvula de escape ante el estado actual de las cosas.

Si es la comunidad nuestro lugar de encuentro, si es la noción de la tribu nuestra vía organizacional ¿qué mejor alternativa que el gobierno de los mejores, la aristocracia, como respuesta a su inservible plutocracia?

Del conocimiento que los movimientos etnicistas, identitarios y racialistas tienen del humano, nace la ventaja que nos distancia de antiguas instancias donde también se precisaba que los mejores fuesen los que dirigiesen a su comunidad: los mejores no lo son en todo por igual.

En una tribu, donde es la voluntad de permanecer en ella y el deseo de que la misma prospere el vínculo que une a sus miembros, sumado al elemento que ellos, libres y soberanamente, han elegido como su motor de vida (raza, religión, sistema económicos o cualquier otro), elegir al más capacitado para cada tarea es de suma importancia. La figura del líder acá se transforma en algo circunstancial y temporal, que variará cuántas veces sea necesario según la tarea que el grupo deba llevar adelante.

Si bien es deseable que todos los miembros de la comunidad tengan un nivel uniforme en tareas básicas y centrales (como es la defensa, producción de insumos básicos y conocimientos mínimos respecto al elemento que los une), es una idiotez caer en la falsa y antinatural idea de la igualdad a un nivel cuasi matemático. Las personas siempre se destacarán en ciertas áreas más que en otras. Aquellos que se preocupan de la producción de alimentos, puede que no sean tan buenos guerreros, aquellos que priorizan el arte de la guerra tan vez no sean grandes intelectuales, así como los intelectuales puede que lleguen a ser menos capaces físicamente que un guerrero nato. Todos deben estar dispuestos a realizar toda tarea y manejar las nociones básicas de la misma cuando las circunstancias lo ameriten, pero la batalla será dirigida por un guerrero capaz, el trabajo del campo quedará sujeto a los dictámenes de un perito en el trabajo de la tierra, y la formación intelectual de la comunidad será menester de quien se ha preparado para ello.

Igual situación acontece al momento de tomar una decisión. Si bien en una comunidad la opinión de todos es importante, sería un error que todas tuviesen el mismo peso cuando muchos no manejarán a cabalidad el tema a tratar.

La confianza en quiénes tomarán decisiones se transforma aquí en una cuestión central y vital. Es por ello que aquellos destacados en cada materia se deben imponen debido al reconocimiento de sus pares y no por imposición, como se nos tiene acostumbrado desde ya hace mucho.

La capacidad superior, mejor pulida, de quiénes estén llamados a desarrollar las actividades encomendadas por la tribu, junto a la movilidad que implica contar con líderes circunstanciales según la actividad a ejecutar, genera un efectivo sistema aristocrático donde realmente tomarán las riendas los mejores elementos de la comunidad para dicha tarea, pero que, a su vez, no tendrán el tiempo suficiente para ser corrompidos por el poder.

Mastershit Post Masterchef

Patricio Villena

Si bien no soy muy fanático de la televisión y menos aún de los reality shows, debo reconocer que el recién terminado concurso de cocina «Masterchef» me atrapó y me pareció muy interesante. Pero lo que más me llamó la atención fueron las reacciones tras la final de dicho concurso de talento culinario. (más…)

No todos lo somos; no todos lo seremos

Patricio Villena

Chile es un país que, si bien es joven, ya tiene varios siglos de desarrollo a cuestas, y que, como todo buen hijo del Imperio Hispano, sufre los problemas propios del colonialismo realizado otrora por el pueblo español, donde la asimilación cultural y religiosa por parte del conquistado era tarea más importante que la preservación étnica del conquistador apostado en los nuevos territorios. (más…)

¿Qué es ser criollo?

Patricio Villenarazas tipo

Desde ya hace algún tiempo –corto por lo demás- que una nueva palabra se ha hecho popular entre los disconformes de Chile –así como “paradigma” entre los periodistas y “justicia social” entre los políticos-, y que poco a poco y paso a paso se ha incorporado en el diccionario de los llamados “fascistas” por el sector “progre” de la sociedad. Es una palabra que cada vez es más común ver que se asome en los comentarios de los filósofos y cientistas políticos de las redes sociales, en las palabras lanzadas megáfono en mano en alguna manifestación o que se encuentra presente en la pluma de aquellos que no se quedan sólo con lo que otros proporcionan para su lectura sino que también se han propuesto entregar algo para que aquellos que les sigan puedan nutrir sus mentes; dicho término, tan en boga, es “Identidad”. (más…)