Francisco Javgzo

Liberty or death, what we so proudly hail
Once you provoke her, rattling of her tail
Never begins it, never, but once engaged
Never surrenders, showing the fangs of rage
Don’t tread on me.

―Metallica, “Don’t Tread On Me”

En la reciente conferencia sobre Nacional-Anarquismo, en la que Welf Herfurth se presentó como orador y respondió amablemente algunas dudas y comentarios, se decidió desplegar, además de la bandera del N-AM (algo lógico, tomando en cuenta la presencia de Herfurth), la bandera de Gadsden, hecho que definitivamente no pasó inadvertido, levantando tanto comentarios negativos como positivos dentro de la esfera asociada al National-Anarchist Movement, como también provenientes de otra gente. Sin embargo, pocos símbolos eran tan adecuados para ser desplegados como el mencionado anteriormente.

Más allá de la canción de Metallica incluida en su álbum homónimo y la imagen de cubierta de dicho álbum, el activismo por los derechos de uso y porte de armas, el Tea Party, etc., la bandera de la serpiente de cascabel que algún día fue diseñada para la armada independentista, hoy en día ha estado acusada de tener algún tipo de connotación racista pues, al parecer, quien diseñó la bandera era propietario de esclavos negros. Quizás esto sea cierto, aunque, siendo realistas, tener esclavos en esos tiempos no era algo en absoluto inusual.

El lema de la bandera de Gadsden ― Dont tread on me (“No me pisotees”) ― ha estado íntimamente asociado a la idea del Libertarianismo y el AnarcoCapitalismo. Tal como la serpiente de cascabel de la bandera, el lema “No me pisotees” tiene una connotación defensiva, reactiva, pero, de una u otra manera, ha terminado por reducir la idea completa de la supremacía de la libertad individual en una mera actitud egoísta contra la coacción, una simplificación de la libertad negativa. [1]

Sin embargo, asociar la bandera de Gadsden de forma exclusiva al Libertarianismo es algo estrecho y también una malinterpretación: el símbolo debe entenderse como tal y no sólo desde la asociación que pueda tener éste con la orientación política y filosófica de las personas que se apropien  de dicho símbolo. Antes que el general Christopher Gadsden le diera la forma a la bandera de la serpiente cascabel que se usa hasta el día de hoy, la serpiente ya era utilizada durante la Revolución Americana. La serpiente cascabel existe, está presente en el medio que ha colonizado para su propia supervivencia. No ataca si no se siente amenazada con la misma disposición que tiene para responder en caso de ser atacada. De la misma manera, un individuo o un grupo humano puede posicionarse desde su presencia en el mundo (y frente a él) sencillamente existiendo pese a las distintas contracciones con que el mundo moderno hace ejercicio de la coacción: el Estado, la hegemonía ideológica, la avalancha genética (propiciada por las dos primeras), el borrón de las identidades europeas/blancas/occidentales, etc.

El hemisferio Sur vive una realidad distinta a la del hemisferio Norte, y el Cono Sur vive una realidad distinta a la del resto del hemisferio Sur. Cuando se es minoría frente a una inundación demográfica, hay dos formas de posicionarse: siendo una víctima, apelando a la compasión, a concientizar de lo injusto de su realidad, o siendo una minoría que está sobre sus pies y se enfrenta al mundo desde su existencia, le guste a quien le guste. De eso se trata la bandera de la serpiente de cascabel. La identidad criolla, la presencia blanca en el Cono Sur, es un hecho, un espacio ganado por derecho propio, por circunstancias poderosamente más pragmáticas que cualquier idealización o condena. Las cosas son así. Más allá de lo político está la existencia manifestada a través de la identidad, el dasein, y por esa existencia no hay victimización ni disculpa que valga, pues sería tan indigno como sentirse una víctima o disculparse tan sólo por el hecho de vivir. Antes de los derechos, está el instinto de aferrarse a la vida, y eso está por encima de cualquier visión política o filosófica.

Never begins it, never, but once engaged…
Never surrenders, showing the fangs of rage.
Don’t tread on me

nam

Notas.

1. «Las normas jurídicas, al conceder libertades negativas, crean una especie de cerco alrededor del individuo, cerco dentro del cual ni el Estado ni los demás individuos pueden interferir. Los libertarios consideran a esta concepción de la libertad como el rasgo más importante y valioso de toda sociedad, y concentran su interés sólo en ella, esto es, identifican a la libertad con la libertad negativa.» (Farrell, M. 1989. «Libertad negativa y libertad positiva». Revista del Centro de Estudios Constitucionales, Núm. 2. 9-20)