Editorial
Probablemente más conocido en Europa que en su natal América, Juan Pablo Vitali, colaborador del Círculo desde sus inicios (no recordamos si nosotros llegamos a él o él a nosotros–quién sabe), ha dejado hoy este mundo. No tenemos la soberbia de decir que sabemos hacia dónde conduce el viaje que emprendió; sin embargo, algunas palabras de Leilah Wendell vienen a nuestras mentes:
La energía sobrevive al fracaso de la carne.
Lo vemos todos los días en la naturaleza. Cada estación resucita a los muertos. Entonces, ¿por qué la humanidad ve la muerte con tanta finalidad, tanto desprecio abyecto y rendición?
No ven que su propio ser, sus propios cuerpos son simplemente microcosmos del Universo mayor; el macrocosmos.
Agradecemos al poeta y escritor por corporeizar, en forma de cultura, el mensaje del identitarismo criollo, por hablar en nuestra lengua y en nuestros términos, y también por tomar nuestras teorías y propuestas, traducirlas a lenguaje poético y llevarla más allá de nuestras fronteras. Y también agradecemos a la persona por su disposición a cooperar, a debatir, y a conversar.
Nuestros buenos deseos sean con él, esté donde esté.
«…Como Garcilazo hiciste poesía, y caíste por el Imperio, a cara descubierta, al asaltar el castillo de tus ilusiones.»(Ramiro Fernandez Cuesta).
Amigo en nuestros mejores tiempos. Hasta siempre Juan Pablo.
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Juan Pablo Vitali: Presente!!!
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La muerte no es el final, Juan Pablo. Calle 12, Pontevecchio y Vieja Abadia acompañan tu recuerdo. Hasta siempre amigo.
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