por Sebastián Vera
(Lo planteado a continuación no representa el pensamiento de todo el equipo de Pancriollismo ni intenta ser una exposición sistematizada con rigor académico sobre la cuestión a tratar.)
¿Existe un grupo o tipo de creencias que sean intrínsecas a la estructura mental de los miembros de la familia racial europoide? ¿Existe un grupo de conceptos que sea exclusivo de ese mismo grupo humano? ¿Podemos identificar qué elementos son foráneos y cuáles son nocivos para la supervivencia de la identidad europea?
Todas estas cuestiones exceden tanto el espacio y tiempo que tengo para escribir estas pocas líneas como la capacidad investigativa que mis recursos me permiten. Sin embargo, es indudable, a mi entender, la complejidad de tales cuestiones.
De todas formas, es posible realizar una “lluvia de ideas” al respecto.
Cualquier persona que haya dedicado algo de tiempo al estudio de las cuestiones religiosas a nivel histórico puede encontrar elementos comunes en las varias religiones de los distintos pueblos europeos. Religiones “nativas” si se quiere, entendiéndose por tales las denominadas bajo el paraguas genérico de “paganismo”. Por ejemplo, dentro de ellas podemos encontrar el concepto de trifuncionalidad (la existencia de tres principios cuya expresión toma forma en la figura de dioses con funciones distintas pero interconectadas y que toman el lugar de las deidades más importantes de los respectivos panteones) y el culto solar o a divinidades celestiales. No obstante, ¿lo que entendemos como creencias “nativas” europeas son tales? O más bien, ¿qué es lo que se puede entender por ese término? En la religión escandinava, la presencia de los aesir y los vanir de forma conjunta da muestra, según los estudiosos en la materia, de un posible choque y posterior complementación/fusión de dos religiones diferentes: una propia del grupo humano que habitaba la zona durante o desde el neolítico y otra que vino con los invasores indoeuropeos durante la Edad del Bronce[1]. Del mismo modo, podemos hacer referencia a la religión olímpica: el carácter de dios del cielo tronador de Zeus (en contraste con el dios del cielo abierto de las estepas euroasiáticas de donde habrían provenido los indoeuropeos) podría evidenciar influencia de la zona de lo que hoy es Asia Menor[2]. Ahora bien, hay que tener en consideración que mezcla religiosa no es lo mismo que mezcla racial. Consideremos que el mapa étnico del mundo de ese tiempo no corresponde al mapa geográfico y étnico del mundo actual. También, los pueblos que habitaban la actual Europa y Asia Central y Menor durante el Neolítico y la Edad de Bronce corresponden a lo que denominamos hoy como raza europoide, sólo que diferentes a los yamnaya[3] (indoeuropeos) de las tierras de la actual Ucrania.
Ahora bien, sobre la misma idea de politeísmo como elemento característico de estas religiones, ¿es eso efectivo? Los escandinavos hablaban del all-father y los romanos del numen como concepto abstracto de lo divino. ¿Sería muy aventurado el plantearse que lo que conocemos como religiones paganas eran en realidad monoteísmos muy elaborados en sus fundamentos teológicos que tomaban la expresión vulgar de adoración de varias deidades? Algo muy similar a cuando una señora católica octogenaria le reza tanto a la figura de cerámica de la Virgen como al santo favorito de la familia, ignorando los más de dos mil años de desarrollo de filosofía cristiana. Quizás Tolkien en su Silmarillion elabora una verdadera religión monoteísta pagana. Y quizás este invento se asimila al proceso de creación de religiones por parte de la elite sacerdotal de los primeros hombres.
Mucho se ha escrito acerca del paganismo. Por lo menos desde finales del siglo XIX, han existido intentos llevados a cabo por sociedades más o menos secretas para regresar a las religiones antiguas. La gente que ha realizado tales intentos, junto con elaborar doctrinas religiosas basadas en las viejas creencias, ha hecho previamente, sin duda, un estudio pormenorizado de las diversas fuentes escritas con las que contamos, pero ¿basta eso para acercarse a la religión de los antiguos europeos? La verdad sea dicha, e independiente de los motivos, no ha existido una continuación religiosa histórica, ni en lo que se refiere a doctrina como a práctica, del antiguo paganismo europeo. Las nuevas corrientes son invenciones que se basan en las fuentes de los cronistas de la época, muchas veces cristianos, junto con meras suposiciones, acompañadas fuertemente de pensamientos religiosos modernos, tendencias new age y satanismo moderno[4]. Es decir, mescolanzas sin sentido. Muy interesantes quizás, pero nada que ver con las auténticas religiones paganas. Probablemente se deba al hecho de que, al contrario de las religiones abrahámicas, las creencias paganas carecían de una doctrina bien definida eternizada por medio de un canon plasmado en un libro para la posteridad. Probablemente, las únicas muestras de paganismo que sobrevivan hasta nuestros días son las varias contumbres religiosas y culturales de los campos de Europa incorporadas a las prácticas religiosas católicas[5] a lo largo de los siglos. ¿Habrá que cambiar el nombre de la(s) deidad(es) y conservar el armazón, previo análisis y filtro hecho de una manera madura y a conciencia?
El paganismo hoy tiene un sentido hippie en la cultura pop. Melenudos libres y racionales, como salidos del Renacimiento mismo, adorando a fuerzas naturales amigables con el medio ambiente. ¿No será esto otra expresión del mito del buen salvaje? Considerando la gran influencia que tenían las religiones romana y griega en la vida personal de cada uno de los individuos llegando incluso a niveles irracionales (como es cualquier ritualismo llevado al extremo) y opresivos, ¿no deberíamos comenzar a explorar el paganismo desde una óptica quizás más aterrizada?
Por lo demás, ¿será necesario volver a creencias ya superadas por el orgánico desarrollo de la historia, por lo demás desmitificadas por la aparición de la ciencia moderna? ¿No será más honesto derivar en un agnosticismo o (en algo que en el fondo es lo mismo) en un deísmo arqueofuturista?
[1] https://en.wikipedia.org/wiki/%C3%86sir%E2%80%93Vanir_War
[2] Evidencia a favor de esta tesis, es decir, la mezcla entre creencias religiosas de los indoeuropeos con los pueblos “autóctonos”, está en la combinación entre el carácter y el nombre del jefe de los dioses para los griegos: Zeus (pronunciado en griego y en español peninsular moderno (y en madrileño antiguo) de la misma forma, es decir, con la zeta característica española) tiene la misma raíz en el proto-indoeuropeo que la raíz teo (theos), el PIE dyeus (cielo, luz, cielo abierto de las estepas de donde los indoeuropeos comenzaron su viaje al sur) pter (padre cielo), al igual que el dios védico dyaus pitá y el romano ius piter (posteriormente Iupiter o, con reglas gramaticales y fonéticas del castellano actual, Júpiter).
[3] https://www.thesun.co.uk/news/8754910/horse-riding-yamnaya-tribe-most-violent/
[4] Por ejemplo: https://www.youtube.com/watch?v=tgj1zFciziA
[5] Especifico, porque las iglesias protestantes precisamente, entre otras cosas, buscaban, y lograron, regresar al cristianismo original (secta judía), el de los primeros apóstoles, despojándolo del ritualismo mágico (como menciona Spengler al hablar sobre calvinismo) de origen pagano.