
«Prometeo le trae fuego a la humanidad» (1817), por Heinrich F. Fuger
por Patricio Villena
Aunque Lucifer haya caído abatido ante la furia de Mammon, seguiremos en la lucha;
Aunque la pluma de Homero se seque ante el nuevo pastor Coehlo, seguiremos en la trinchera;
Aunque Breker y Buonarotti sean subyugados por Picasso y Botero, seguiremos en la senda;
Porque esa es nuestra esencia, porque esta es nuestra guerra.
Que caiga el Coliseo ante la demoledora de sus edificios inertes
Que se abran las fronteras para su mundo sin barreras
Que su arcoíris tiña los mástiles donde otrora flameaban los símbolos patrios
Que sus desérticos mandamientos violen e invadan aún más la pagana tierra
Nada de lo que destruyan o corrompan nos importa
Nada de lo que hagan doblegará nuestras creencias
Porque mientras viva mi gente se alzará nuestra prometeica flama
Resurgiendo cual fénix hasta alcanzar nuestra eterna magnificencia
Clamores populares resuenan cual tambores de guerra en el Viejo Mundo
Refutando su Sistema que ha destruido milenios de sapiencia
Se respiran deseos de batalla, renace el guerrero desde lo más profundo
Trayendo en sus manos la soga que ejecutará vuestras sentencias