Greg Johnson

¿Por qué me hago llamar nacionalista blanco? Como un americano de origen europeo, mi principal preocupación es la supervivencia de mi raza, tanto en este continente como alrededor del mundo.

En cada patria blanca, más blancos son los están muriendo que los que están naciendo, y nuestro pueblo está siendo reemplazado por no blancos muy fértiles. Si estas tendencias no son invertidas, nuestra raza se extinguirá. Tal como he argumentado, la mejor manera de salvar a nuestra raza es crear patrias blancas homogéneas, con políticas pro-natalidad y pro-eugenésicas. Y esto significa que la raza debe ser la base para definir quién pertenece a nuestra nación y quién no. Por lo tanto, nacionalismo blanco.

Ahora consideremos las alternativas: nacionalismo cívico, lo que define a la nación legalmente; nacionalismo de creencia, que define la nación en términos de un sistema de creencias comunes; nacionalismo lingüístico o cultural, que define la nación en términos de un lenguaje compartido y cultura; y etnonacionalismo, que define la nacionalidad en términos de una descendencia común y una cultura común. La supervivencia requiere la separación política de los blancos en relación a las demás razas. Pero las formas de nacionalismo cívicas, de creencia y culturales-lingüísticas no pueden discriminar entre blancos y no blancos, ya que diferentes razas pueden compartir ciudadanía legal, un credo, o una lengua y la cultura. Por lo tanto, estas formas de nacionalismo son parte del problema, no parte de la solución.

Pero, ¿qué del etnonacionalismo? ¿Cómo es que es un vehículo inadecuado para la supervivencia blanca? Creo que el etnonacionalismo es generalmente un buen vehículo, pero tiene ciertas limitaciones importantes. Por lo tanto, también me hago llamar etnonacionalista, con ciertas observaciones.

En primer lugar, en los Estados Unidos y otras sociedades coloniales europeas, las antiguas identidades étnicas del mundo son cada vez más irrelevantes ya que diferentes poblaciones europeas se funden en una identidad blanca genérica. Generalmente, cuando un americano se identifica como irlandés americano o como italoamericano, es simplemente porque tiene un apellido irlandés o italiano. Pero conozco muchos italoamericanos que son más irlandeses que italianos y viceversa. Y dos americanos que tengan ascendencias irlandesa o italiana sin mezclar todavía tienen más en común uno con el otro en términos de lengua, cultura, e incluso dieta que cualquiera de ellos con irlandeses o italianos en el Viejo Mundo. Así tiene sentido hablar simplemente de una identidad genérica blanca o europea americana.

En segundo lugar, las sociedades coloniales desde el principio implicaron distinciones raciales entre colonos europeos y los indígenas no blancos. En algunos casos, los esclavos africanos y culíes del sur y este de Asia fueron agregados a la mezcla. En tal ambiente, es natural para los blancos no ver las diferentes naciones y tribus (Aztecas, Mayas), sino simplemente distintos grupos raciales (indígenas, negros, etc.), y es igualmente natural para los no blancos el ver a los europeos de distintos orígenes nacionales simplemente como blancos. De hecho, en el contexto de la polarización y conflicto racial, cuando los blancos deberían presentar un frente unificado, los remanentes de las diferencias étnicas del Viejo Mundo son realmente perjudiciales a los intereses blancos.

En tercer lugar, dentro de Europa mismo, el simple nacionalismo étnico no es siempre suficiente para asegurar ya sea intereses nacionales acotados o intereses raciales más amplios. Es perfectamente natural, normal y adecuado para los individuos y naciones cuidar de su propia gente primero. Y cuando imperios multiétnicos u organismos multinacionales como la Unión Europea trabajan contra los intereses étnicos de pueblos específicos, entonces el nacionalismo “mezquino” de Escocia, Hungría o Polonia es completamente legítimo. Sin embargo, cuando el nacionalismo étnico o el imperialismo mezquino conducen a las guerras entre las naciones europeas, o evitan las respuestas europeas coordinadas a las amenazas comunes, entonces un sentido más amplio de la solidaridad racial pan-europea se convierte en necesario para la supervivencia racial segura y floreciente.

En cuarto lugar, ahora que Europa está siendo colonizada por no blancos, el proceso colonial de polarización racial está teniendo lugar allí también. Los negros, árabes y surasiáticos en Europa no ven franceses, ingleses y alemanes. Simplemente ven a hombres blancos. Y nosotros simplemente vemos negros y marrones. Nuestras diferencias no les importan, y sus diferencias no nos importan a nosotros. A medida que aumenten las tensiones raciales en Europa, nuestra gente se dará cuenta que no están siendo atacados como franceses o alemanes, sino simplemente como hombres blancos. Y cuando los europeos resistan los desplazamientos étnicos, ellos considerarán cada vez más su raza como nación y su piel como su uniforme. Cuanto antes nos veamos como gente blanca, unida por enemigos y retos comunes, compartiendo un origen común y un destino común, cuanto antes seremos iguales en las tareas que tenemos ante nosotros.

En quinto lugar, a pesar de que ser francés o español es más que simple blancura genérica, ser blanco sigue siendo una condición necesaria de pertenecer a cualquier grupo étnico europeo, y el añadir simplemente ese requisito a los procesos de naturalización de todos los estados europeos tendría positivas implicaciones revolucionarias.

Pero tal como soy etnonacionalista respecto a la condición requerida por una solidaridad racial blanca más amplia, también soy nacionalista blanco en la condición de que preserva más que socava a los distintos grupos étnicos blancos. Un sentido amplio de la solidaridad pan-europea no debe convertirse en una excusa para la unificación política y la homogeneización cultural y étnica de Europa. Por lo tanto, apoyo totalmente el deseo de los diferentes pueblos europeos de preservar su distinción cultural y biológica. El mejor vehículo para ello es la creación de patrias soberanas homogéneas para todos los grupos étnicos europeos. El mejor vehículo para asegurar sus intereses pan-europeos es una alianza o federación  de estados soberanos.

En las sociedades coloniales como los Estados Unidos, ¿la aparición de una humanidad blanca genérica implicaría un solo estado blanco? No necesariamente. La unidad étnica de los americanos blancos ciertamente no estaría por la vía de tal estado. Es perfectamente concebible que los Estados Unidos podrían convertirse en una sociedad homogéneamente blanca manteniendo sus actuales fronteras simplemente al remover sus poblaciones no blancas.

Pero los nacionalistas blancos no deberían tener ningún compromiso previo para mantener algo tan arbitrario como las actuales fronteras de los Estados Unidos y Canadá. Nuestro único objetivo absoluto es la preservación racial blanca. ¿Por cuáles medios? Por cualquier medio necesario. Por lo tanto, si surge la oportunidad para que los estados o regiones se separen de los Estados Unidos, tal vez posibilitado por un colapso del Gobierno Federal o de la economía nacional, los nacionalistas blancos deberían aprovecharlo.

Por esta razón he recomendado durante mucho tiempo las Novelas del Noroeste de Harold Covington como un estímulo y una guía para pensar en cómo podría surgir una patria blanca. No creo necesariamente que el escenario particular de Covington se cumpla. Nuestra capacidad para predecir y controlar eventos es muy limitada. Así, en lugar de invertir una gran cantidad de imaginación elaborando un único gran diseño que probablemente nunca ocurrirá, debemos explorar toda una gama de escenarios posibles, así que no importa lo que el destino envíe en nuestro camino, siempre podemos convertirlo a nuestra ventaja. Nuestra labor metapolítica no sólo es hacer al nacionalismo blanco deseable, sino hacer de las patrias blancas  sean resultados concebibles en toda una serie de circunstancias diferentes. El único objetivo fijo es la creación de patrias blancas. En todas las materias, deberíamos ser despiadadamente pragmáticos.

Traducción por Francisco Albanese

Enlace original: http://www.counter-currents.com/2015/10/why-white-nationalism/